¿Qué aviones va a utilizar Rusia en lugar de los Boeing y Airbus?

www.fuerzasmilitares.org (19MAR2022).- Las compañías aéreas rusas se enfrentan a una de las mayores crisis que han sufrido en la historia moderna y buscarán todas las formas posibles de sustituir los aviones europeos y estadounidenses.

A principios de marzo de 2022, Boeing y Airbus retiraron sus aviones alquilados a las compañías aéreas rusas y también interrumpieron el mantenimiento de estas máquinas. De modo que cerca del 80% de toda la flota de aviones civiles de Rusia está parada en los hangares desde entonces.
Actualmente, Rusia cuenta con unos 1.300 aviones civiles de todos los tamaños (de corto, medio y largo recorrido) y 824 de ellos pertenecen a las compañías Airbus y Boeing.

¿Cómo saldrá Rusia y sus empresas de esta situación y qué aviones utilizarán ahora los rusos?

Una situación sin precedentes

La prohibición de utilizar aviones Airbus y Boeing es prácticamente inédita y no tiene soluciones rápidas.
Algo similar ocurrió en Irán tras la Revolución Islámica de 1979, ya que el país también se encontró bajo fuertes sanciones estadounidenses. Sin embargo, Teherán consiguió salvar una parte de su flota aérea civil y la sigue utilizando hasta hoy.
Rusia, por su parte, se encuentra en una mejor posición, ya que durante la era soviética produjo aviones militares y civiles. Sin embargo, por el momento, el país no dispone de un número significativo de aviones de fabricación rusa (especialmente de largo recorrido). Según las previsiones más optimistas, se necesitarán al menos entre uno y tres años para iniciar una producción a gran escala de los mismos.
Un cierto alivio para las compañías aéreas civiles rusas es que la demanda de viajes aéreos ha disminuido considerablemente durante la pandemia. Los rusos simplemente no han podido viajar al extranjero durante dos años. Hoy, debido a las sanciones impuestas por los países occidentales, un buen número de destinos conocidos permanecerán cerrados. Esto, junto con la caída del tipo de cambio del rublo, reduce considerablemente la demanda de vuelos al extranjero.
La demanda de vuelos dentro de Rusia, sin embargo, sigue siendo importante. Pero, en muchas zonas, el transporte aéreo de pasajeros puede sustituirse fácilmente por la amplia red ferroviaria del país.
No obstante, Rusia es un país con un territorio enorme y muchas de sus principales ciudades están separadas por varios miles de kilómetros, por lo que, naturalmente, seguirá siendo necesario el transporte aéreo entre ellas. También seguirá existiendo la necesidad de volar a zonas pobladas remotas y de difícil acceso.

¿Qué piensa hacer el gobierno?

Según los expertos, la única solución a corto plazo es seguir volando con aviones Boeing y Airbus dentro de Rusia y, al mismo tiempo, intentar restaurar su industria de aviación civil autóctona.
“Tenemos muchos centros de servicio en el país que están certificados por Boeing y Airbus. Ellos mismos pueden realizar el mantenimiento de estos aviones sin intermediarios del exterior. El principal problema son las piezas de recambio. Ahora mismo, las compañías aéreas y los centros de servicio están buscando la forma de comprarlas a través de terceros países (India, Turquía, etc.). Si conseguimos las piezas de repuesto de los aviones, podremos hacerlos volar en Rusia”, afirma Alexéi Vlasov, experto en seguridad de vuelo.
Según él, la Agencia Federal de Transporte Aéreo rusa prescribió esta medida como la única posible en la situación actual y trasladó sus propuestas al gobierno ruso. 
“Los aviones seguirán volando. No hay otra opción, ya que esperar a que el país cree sus propios aviones llevará demasiado tiempo. La continuación de la explotación de los aviones Boeing y Airbus dará a nuestra aviación un año o dos”, concluye el experto.

¿Podrá Rusia sustituir los aviones extranjeros por los nacionales?

Rusia intentará salir de la situación iniciando urgentemente la producción de sus propios aviones. Al mismo tiempo, la situación de los aviones de corto y medio alcance en Rusia no es crítica.
“Los vuelos regionales (con una autonomía de vuelo de hasta 3.000 km) serán cubiertos por los Sukhoi Superjet-100 rusos. Podemos fabricar unos 30 aviones de este tipo al año. Pero hay un matiz importante: estos aviones están equipados con motores y electrónica con componentes franceses”, dice Vlasov.
Rusia aún no tiene su propio motor para aviones civiles de corto y medio alcance y tardará en crearlo.
“Se está desarrollando un nuevo motor PD-8 que aún no ha sido probado. Harán falta al menos tres años antes de que se completen todos los procedimientos y entre en producción en serie”, añade el experto.
Según él, los primeros aviones de medio alcance MC-21 (con una autonomía de vuelo de hasta 6.000 km) se pondrán en producción a finales de 2022.
Según las estimaciones de Yuri Slyusar, jefe de la corporación UAC, que realizó antes de que comenzaran los acontecimientos, está previsto que la producción del MC-21 aumente a 36 aviones al año y a 72 aviones al año para 2025. Sin embargo, en el entorno actual, estos planes podrían revisarse para aumentar la velocidad y la cantidad de la producción.
Rusia también tiene la oportunidad de recuperar la producción de los aviones soviéticos de medio alcance Tu-204 y Tu-214. Estos aviones están equipados con motores PS-90A, que todavía se fabrican. Sin embargo, Vlasov cree que reanudar su producción llevará más tiempo y esfuerzo que la organización de la sustitución de importaciones de piezas y unidades para el MC-21 y para el SSJ-100.
“Podemos hablar de la producción de Tu-204, Tu-214, pero no sé hasta qué punto es pertinente y realista. Es necesario hacer un utillaje, abrir la producción”, dice el especialista.
Los profesionales también tienen grandes dudas sobre la conveniencia de iniciar la producción del nuevo Il-96-400 de largo alcance, ya que la empresa productora puede hacer sólo entre dos y cuatro aviones de este tipo al año. Por lo tanto, el coste de su producción sería muy elevado y es poco probable que se amortice en un futuro próximo.

(rbth.com)