www.fuerzasmilitares.org (14MAY2023).- Con el pasar de los años la mujer ha ido escalando importantes lugares de la sociedad; asumiendo roles que en un pasado eran representados por hombres, dentro de los muchos ejemplos, se puede destacar el papel de la mujer militar, que con el paso del tiempo ha dejado en evidencia las grandes habilidades y destrezas con las que pueden superar grandes obstáculos y desarrollar labores militares, sin dejar al lado el don especial de poder dar vida.
Ser mamá militar es una importante labor de amor incondicional y vocación, que se refleja con el calor de un abrazo, la dulzura de un beso y la suavidad de una palabra, en los momentos más difíciles. Pero también, es reconocer el doble esfuerzo que al final del día representa dar mucho más de lo que pueda recibir.
Este es el caso de una mujer militar de la Escuela de Suboficiales “CT. Andrés M. Díaz”, de la Fuerza Aérea Colombiana, que cada día se esfuerza por dar lo mejor de sí, para cumplir con dedicación la profesión honorífica de ser madre y a la vez desempeñar su rol con el cual aporta en la Institución de Educación Superior, ser Suboficial.
Con una trayectoria militar de 22 años de servicio a la Institución, la Técnico Subjefe Cecilia Quitora Henao, contadora de profesión, perteneciente al curso N°11 de Suboficiales del Cuerpo Administrativo, y quien se desempeña desde hace seis años como la tesorera de la Escuela de Suboficiales, en una entrevista cuenta cómo ha sido su experiencia como mamá militar.
Durante su carrera como militar, ha tenido que afrontar muchas situaciones desafiantes, con las que ha aprendido a distribuir tiempo de calidad “para ser la mejor mamá” para su hija de 14 años, Ana María Metause Quitora; sin descuidar ni un segundo la proyección militar que se propuso el día en que decidió portar con orgullo el pixelado y que con su esfuerzo ha construido por más de dos décadas para aportar a la misión de la Fuerza Aérea.
“La mayoría de las mujeres queremos proyectarnos con la bella bendición de dar vida y sentirnos también proyectadas en nuestra vida militar, que fue la carrera que escogí y donde me he podido desarrollar profesionalmente y donde he sido muy feliz al lograr también formar familia”.
Para la Suboficial, su hija se ha convertido en su principal motivo para seguir adelante sin desfallecer.
“Ser madre de mi pequeña me motiva siempre a querer darlo todo por ella y hacerlo todo por ella y de la mejor manera. Vivo para ella, pues este fue el más lindo sueño que tuve, el poder dar vida y gracias a Dios lo logré de la mejor hija del mundo”.
Está orgullosa madre militar, considera que tener el privilegio de tomar de la mano a su hija y poderla verla crecer, le permite tener una amplia visión del sentido de la vida, pues para ella convertirse en madre “ha sido el regalo más grande y especial que Dios le ha podido dar. “Ella es ese ser que me ha dado el título más importante ser mamá”, así lo afirma con su voz entrecortada.
Para la Suboficial más antigua de la Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea, lo más importante de ser mamá es “poder brindar amor a mi hija, inculcarle buenos valores, poderla acompañar en cada etapa de su vida y construir para ella un pilar importante que la sostenga en su desarrollo y sobre todo brindarle mucha seguridad en el continúo interactuar con las demás personas y en las diversas situaciones que se le presenten”.
Finamente a la pregunta ¿hoy que le gustaría decirle a su hija? la Suboficial con sus ojos llenos de lágrimas de emoción respondió, “a mi hija quiero decirle que la amo con todo mi corazón y deseo que sea realmente muy feliz, en la sencillez de las cosas que pueda realizar en su vida. Solo espero que Dios me permita acompañarla por muchísimos años más para que no me tenga que extrañar, así como yo extraño a mi madre que ya está en el cielo”.
“Quiero compartir con mi hermosa hija todos sus logros y verla siempre con la mirada al cielo dándole gracias a Dios por cada uno de sus aciertos y también los desaciertos que se le puedan presentar”.
En el mes, en que se rinde un homenaje a las madres, la Suboficial envía mensaje emotivo a todas esas mujeres militares que sueñan algún día en recibir el título más especial “ser mamás”:
“Quiero decirles que no vayan a dejar pasar esa hermosa oportunidad de serlo. Realmente es una bendición que requiere de nuestra parte, tener el amor suficiente para querer serlo, la paciencia es indispensable, la responsabilidad, el esmero y que al final siempre va a ser lo más bello que las mamás tenemos, nuestros hijitos para brindarles todo el amor que nosotras tenemos para ellos y que nuestra recompensa siempre serán sus abrazos, sus besos y los ¡Te amo mami, eres la mejor!”.
(fac.mil.co)