Parales
El joven Parales, al centro de la foto, en su función de auxiliar de policía ciclista.

www.fuerzasmiiltares.org (04NOV2023).- La Policía Nacional notificó personalmente al auxiliar de la institución, Andrés Camilo Parales, que fue citado a la Oficina de Control Interno Disciplinario de Instrucción del Departamento de Policía de Bucaramanga. La medida se toma luego de que se diera a conocer su proceso de tutela contra el Comando de esa ciudad, por las presiones que habría sufrido al dar a conocer abiertamente su condición de miembro de la iglesia satánica de Anton Lavey y el debate judicial propuesto por el derecho a la libertad de culto.

Andrés Camilo Parales fue notificado para comparecer en la oficina disciplinaria el pasado 3 de noviembre, con el fin de asistir a “surtir diligencias de notificación”. En el mismo documento se le advirtió a Parales que, de no presentarse a la cita, recibiría a cambio una sanción, al considerarse como falta grave “eludir las instrucciones que afecten la finalidad constitucional o legal de la Policía Nacional”.

De acuerdo con Diego Vargas Aguilar, representante de la Asociación de Ateos de Bogotá, la apertura del proceso disciplinario podría considerarse un castigo por contar su historia. “Considero que la apertura de dicho proceso a una persona en clara situación de desprotección ante el Estado es un acto de intimidación a un joven que requiere de protección y garantía para su libertad de expresión, y no una acción de represalia”, explicó.

Por su parte, el abogado Nicolás Calderón, quien representa a Parales, agrega que “la Ley 1010 de 2006 establece, dentro de las modalidades de acoso laboral, la persecución laboral se está evidenciando en este caso de Andrés Camilo. Dentro de las figuras que hacen parte de las conductas constitutivas de acoso laboral está la iniciación de procesos disciplinarios sin justa causa, que no van a llegar a nada”.

Andrés Camilo Parales radicó una tutela por la protección de sus derechos a la libertad de culto y libre desarrollo de la personalidad. Aseguró que el intendente Fabio Alonso Barajas lo obligaba a recitar la oración del Policía, que es netamente cristiana, a pesar de saber su condición de satánico, creyente de la biblia de Anton Lavey.

“Si alguien no se aprende la oración tiene consecuencias como que lo ponen a hacer acondicionamiento físico o lo empiezan a tratar mal y a gritar. Uno de los intendentes, que trabaja en guardia (Fabio Alonso Barajas), empezó a tratarme de manera irrespetuosa. Me decía que era un descuadrado, un sindicalista y cosas así. Un día en formación me dijo que, si seguía con esa actitud, me iba a hacer lo mismo que a Lucas Villa (asesinado durante el paro nacional de 2021)”.

Asimismo, Parales dejó de presente presuntas irregularidades como destinación de recursos públicos, del presupuesto de la Policía, para atender al sacerdote del Comando de Bucaramanga, a pesar de que la institución debe ser laica por mandato constitucional. De otro lado, explicó que su religión lo invitaba a mantener su cabello largo, como símbolo de rebeldía y controversia frente a las ideas socialmente impuestas.

“Me aparto de todos los convencionalismos que no me lleven al éxito y a la felicidad en la tierra”, dice la biblia. Y así lo interpreta Parales: “Como dice Lavey, las personas deberían tomar sus propias decisiones sobre su apariencia y estilo de vida, de acuerdo con sus principios, deseos y valores. Y nunca deben seguir ciegamente las condiciones impuestas por la sociedad”.

En un comunicado de prensa, del pasado 2 de noviembre, la Policía Metropolitana de Bucaramanga explicó que Parales se presentó voluntariamente a prestar su servicio militar, y que durante el proceso de selección e incorporación se le dieron “requisitos y reglamentos establecidos por la institución”.

A esa misma conclusión llegó el Juzgado 10 Administrativo de Bucaramanga, el cual le negó la tutela en primera instancia a Parales. Sin embargo, la Asociación de Ateos de Bogotá impugnó la decisión y, como prueba sobreviniente, agregaron el proceso disciplinario que inició la Policía santandereana contra el joven auxiliar de Policía, quien en el pasado fue felicitado públicamente por la misma institución.

Ahora, quienes representan al auxiliar de Policía temen que dentro de la institución se tomen represalias, cuando la Constitución Política garantiza el derecho fundamental a la acción de tutela.

(El Espectador)